Relax

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miércoles, 30 de diciembre de 2015

ESPOSAS



Un habitante de un pequeño pueblo descubrió un día que sus manos estaban aprisionadas por unas esposas. Cómo llegó a estar esposado es algo que carece de importancia. Tal vez lo esposó un policía, quizás su mujer, tal vez era esa la costumbre en aquella época. Lo importante es que de pronto se dio cuenta de que no podía utilizar libremente sus manos, de que estaba prisionero.

Durante algún tiempo forcejeó con las esposas y la cadena que las unía intentando liberarse.

Trató de sacar las manos de aquellos aros metálicos, pero todo lo que logró fueron magulladuras y heridas. Vencido y desesperado salió a las calles en busca de alguien que pudiese liberarlo. Aunque la mayoría de los que encontró le dieron consejos y algunos incluso intentaron soltarle las manos, sus esfuerzos sólo generaron mayores heridas, agravando su dolor, su pena y su aflicción. Muy pronto sus muñecas estuvieron tan inflamadas y ensangrentadas que dejó de pedir ayuda, aunque no podía soportar el constante dolor, ni tampoco su esclavitud.

Recorrió las calles desesperado hasta que, al pasar frente a la fragua de un herrero, observó cómo éste forjaba a martillazos una barra de hierro al rojo. Se detuvo un momento en la puerta mirando. Tal vez aquel hombre podría...

Cuando el herrero terminó el trabajo que estaba haciendo, levantó la vista y viendo sus esposas le dijo: "Ven amigo, yo puedo liberarte". Siguiendo sus instrucciones, el infortunado colocó las manos a ambos lados del yunque, quedando la cadena sobre él.

De un solo golpe, la cadena quedó partida. Dos golpes más y las esposas cayeron al suelo. Estaba libre, libre para caminar hacia el sol y el cielo abierto, libre para hacer todas las cosas que quisiera hacer. Podrá parecer extraño que nuestro hombre decidiese permanecer en aquella herrería, junto al carbón y al ruido. Sin embargo, eso es lo que hizo. Se quedó contemplando a su libertador. sintió hacia él una profunda reverencia y en su interior nació un enorme deseo de servir al hombre que lo había liberado tan fácilmente. Pensó que su misión era permanecer allí y trabajar. Así lo hizo, y se convirtió en un simple ayudante.

Libre de un tipo de cadenas, adoptó otras más profundas y permanentes: puso esposas a su mente. Sin embargo, había llegado allí buscando la libertad.

jueves, 22 de octubre de 2015

EL VALOR DE LAS COSAS








 





Hace mucho tiempo, un hombre rebuscando entre antiguos objetos de su desván, descubrió un pequeño arcón que guardaba una pieza de tela que perteneció a sus antepasados.

Como en su familia era constumbre usar turbante, pensó que qué mejor manera de honrar a sus ancestros que usando esa maravillosa tela para hacerse uno.

Tras varios intentos se dió cuenta que el trozo de tela no era suficiente para hacerse un turbante. Preocupado pensó “O mi cabeza es muy grande o mis antepasados tenían “poca cabeza”.

Dado el poco éxito que tuvo para hacerse el turbante, decidió sacarle partido a la pieza de tela y vender su herencia en la habitual subasta de los sábados del mercado.

Tras empezar la subasta, el hombre se dió cuenta, con creciente malestar, que el subastador iba cada vez más incrementando el precio de la tela, hablando de su belleza y maravillosa tela.

Su desasosigo llegó al límite cuando se dió cuenta que la tela había recibido una de las mayores pujas por parte de un erudito profesor muy conocido por ser una de las personas más intelectuales de la comunidad.

“Seguro que este hombre tendrá una cabeza más grande que la mía”, pensó “con lo que tampoco podrá hacerse un turbante con la tela”.

Preocupado ante la posibilidad de que el profesor le acusase de intentar engañarle con el verdadero valor de la tela, se acercó a él furtivamente y le susurró al oido: “No vale la pena comprar esa tela”. “¡Es demasiado corta para hacerse un turbante!”.

El profesor, sorprendido al escuchar tal afirmación, se giró y le dijó “¿En qué cabeza cabe que quiera hacerme un turbante con esa reliquia?”.

“Voy a enmarcar ese maravilloso tapiz y colocarlo en un lugar destacado de mi morada para tener siempre presente la leyenda que lleva bordada”:
 

Todo tiene su valor, pero hay que saber reconocerlo

miércoles, 20 de mayo de 2015

BUSQUEDAS

 

 

 


Era un pastor. De repente contó sus ovejas y se dio cuenta, alarmado, de que faltaba una de ellas. Angustiado, comenzó la búsqueda durante todo el día, hasta que sobrevino la noche, pero no pudo encontrarla. Entonces pasó por allí otro pastor y le dijo:
-Oye, ¿cómo es que llevas una oveja sobre los hombros?

Como ese pastor negligente se comporta con frecuencia el ser humano común. Porque no ha aprendido a discernir, porque no distingue entre lo real y lo ilusorio, entre el Yo y el no-yo, busca.
Pero su búsqueda es insatisfactoria, porque no busca lo que debe ni dónde debe buscar.

domingo, 19 de abril de 2015

EL POLLO


 Pollo



He aquí que un hombre entró en una pollería.

Vio un pollo colgado y, dirigiéndose al pollero, le dijo:
– Tengo esta noche en casa una cena para unos amigos y necesito un pollo.
– ¿Cuánto pesa éste?

El pollero repuso:
– Dos kilos, señor.

El cliente meció ligeramente la cabeza en un gesto dubitativo y dijo:
– Éste no me vale entonces.
– Sin duda, necesito uno más grande.

Era el único pollo que quedaba en la tienda. El resto de los pollos se habían vendido. El pollero, empero, no estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión. Cogió el pollo y se retiró a la trastienda, mientras iba explicando al cliente:
– No se preocupe, señor, enseguida le traeré un pollo mayor.

Permaneció unos segundos en la trastienda. Acto seguido apareció con el mismo pollo entre las manos, y dijo:
– Éste es mayor, señor.
– Espero que sea de su agrado.

– ¿Cuánto pesa éste? – preguntó el cliente.
– Tres kilos – contestó el pollero sin dudarlo un instante.

Y entonces el cliente dijo:
– Bueno, me quedo con los dos.



sábado, 28 de marzo de 2015

PAGANINI





Algunos decían que era un genio. Otros, que era sobrenatural.
La realidad es que las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo.
Una noche, el escenario de un auditorio estaba repleto de admiradores, preparados para recibirlo.
La orquesta entró y fue aplaudida. El director fue ovacionado.
Pero cuando la figura de Paganini surgió, triunfante, el público deliró. Paganini colocó su violín en el hombro y lo que sucedió a continuación es indescriptible.
Blancas y negras, fusas y semifusas, corcheas y semicorcheas parecían tener alas y volar con el toque de aquellos dedos maravillosos.
De repente, un sonido extraño interrumpió el ensueño del público asistente.
Una de las cuerdas del violín de Paganini se había roto.
El director paró. La orquesta se detuvo. El público se quedo en silenció.
Pero Paganini continuó tocando.
Mirando su partitura como si nada hubiera ocurrido, él continuó extrayendo sonidos deliciosos de un violín con problemas.
El director y la orquesta, admirados, volvieron a tocar y el público se tranquilizó.
De repente, otro sonido perturbador atrajo la atención de los asistentes.
Otra cuerda del violín de Paganini se acababa de romper.
El director paró de nuevo y la orquesta se detuvo otra vez.
Pero Paganini siguió con el concierto.
Como si nada hubiera ocurrido, se olvidó de las dificultades y continuó arrancando sonidos imposibles de su violín de dos cuerdas.
El director y la orquesta, impresionados, volvieron a tocar.
Pero el público no podía imaginar lo que iba a ocurrir a continuación. Todas las personas, asombradas, gritaron cuando la tercera cuerda del violín de Paganini se rompió.
El director y la orquesta se detuvieron una vez más, como la respiración del público, que pensó que el concierto había llegado a su final. Pero Paganini siguió.

Como si fuera un contorsionista musical, arrancó todos los sonidos posibles de la única cuerda que quedaba en el violín. Ninguna nota fue olvidada.
El director, embelesado, se animó. La orquesta se motivó. El público pasó del silencio a la euforia, del pánico al delirio.
Paganini alcanzó la gloria. Su nombre perdura a través del tiempo. Porque el no es un violinista genial, es el símbolo del profesional que continúa adelante aunque todo el mundo diga que es imposible.

miércoles, 25 de marzo de 2015

CONTEMPLACION






Tajima no kami paseaba por su jardín una hermosa tarde de primavera. Parecía completamente absorto en la contemplación de los cerezos al sol. A algunos pasos detrás de él, un joven servidor le seguía llevando su sable. Una idea atravesó el espíritu del joven:

– A pesar de toda la habilidad de mi Maestro en el manejo del sable, en este momento sería fácil atacarle por detrás, ahora que parece tan fascinado con las flores del cerezo.

En ese preciso instante, Tajima no kami se volvió y comenzó a buscar algo alrededor de sí, como si quisiera descubrir a alguien que se hubiera escondido. Inquieto, se puso a escudriñar todos los rincones del jardín. Al no encontrar a nadie, se retiró a su habitación muy preocupado. El servidor acabó por preguntarle si se encontraba bien y si deseaba algo. Tajima respondió:

– Estoy profundamente turbado por un incidente extraño que no puedo explicarme. Gracias a mi larga práctica de las artes marciales, puedo presentir cualquier pensamiento agresivo contra mí. Justamente cuando estaba en el jardín me ha sucedido esto. Pero aparte de tí no había nadie, ni siquiera un perro. Estoy descontento conmigo mismo, ya que no puedo justificar mi percepción.

El joven servidor, después de saber esto, se acercó al Maestro y le confesó la idea que había tenido, cuando se encontraba detrás de él. Humildemente le pidió perdón. Tajima no kami se sintió aliviado y satisfecho, y volvió al jardín.
 
 

miércoles, 18 de febrero de 2015

SENTIRSE INFERIOR



 Un samurai, conocido por todos por su nobleza y honestidad, fue a visitar a un monje zen en busca de consejos, No obstante, en cuanto entró en el templo donde el maestro rezaba, se sintió inferior, y concluyó que a pesar de haber pasado toda su vida luchando por la justicia y la paz, no se había ni tan siquiera acercado al estado de gracia del hombre que tenía frente a él.
-¿Por qué me estoy sintiendo tan inferior? – le preguntó, no bien el monje hubo acabado de rezar. – Ya me enfrenté muchas veces con la muerte, defendí a los más débiles, sé que no tengo nada de qué avergonzarme. Sin embargo, al verlo meditando, he sentido que mi vida no tenía la menor importancia.
-Espera. En cuanto haya atendido a todos los que me han buscado hoy, te daré la respuesta.
Durante todo el día el samurai se quedó sentado en el jardín del templo, viendo como las personas entraban y salían en busca de consejos. Vio como el monje atendía a todos con la misma paciencia y la misma sonrisa luminosa en su rostro. Pero su estado de ánimo iba de mal en peor, pues había nacido para actuar, no para esperar. Por la noche, cuando ya todos habían partido, insistió:
-¿Ahora podrá usted enseñarme?
El maestro lo invitó a entrar y lo llevó hasta su habitación. La luna llena brillaba en el cielo y todo el ambiente respiraba una profunda tranquilidad.
-¿Ves esta luna, qué bonita es? Ella cruzará todo el firmamento y mañana el sol volverá a brillar. Solo que la luz del sol es mucho más fuerte y consigue mostrar los detalles del paisaje que tenemos a nuestra frente; árboles, montañas, nubes. He contemplado a los dos durante años, y nunca escuché a la luna decir “¿Por qué no tengo el mismo brillo que el sol? ¿es que quizás soy inferior a él?”
-Claro que no, -respondió el samurai,- la luna y el sol son dos cosas diferentes, y cada uno tiene su propia belleza. No podemos comparar a los dos.
-Entonces, ya sabes la respuesta. Somos dos personas diferentes, cada cual luchando a su manera por aquello que cree, y haciendo lo posible para tornar a este mundo mejor; el resto son solo apariencias.

viernes, 13 de febrero de 2015

EL MAR





Arrojado un náufrago en la orilla, se durmió de fatiga; mas no tardó en despertarse, y al ver al mar, le recriminó por seducir a los hombres con su apariencia tranquila para luego, una vez que los ha embarcado sobre sus aguas, enfurecerse y hacerles perecer.

Tomó el mar la forma de una mujer y dijo:

- No es a mí sino a los vientos a quienes debes dirigir tus reproches, amigo mío; porque yo soy tal como me ves ahora, y son los vientos los que, lanzándose sobre mí de repente, me encrespan y enfurecen.

jueves, 5 de febrero de 2015

CURACION




Un día, un hombre que estaba muy afligido, decidió ir a ver a  un maestro zen que vivía en un templo en lo profundo de la montaña.
  Al llegar, el hombre este le preguntó:  
-¿Realmente deseas ser curado?  
-Si no fuera así ,¿Crees que me habría molestado en venir desde tan lejos?  
El maestro a su nueva pregunta afirmó:  
-No digo nada extraño pues la mayoría de la gente lo hace. Acuden buscando el alivio pero no la curación que es dolorosa.  
Tras decir esto, se dirigió a sus discípulos y les dijo:  
- Así sufrimos por nuestros apegos y queremos liberarnos del sufrimiento sin soltarlos, es como el que quiere liberarse del dolor del hierro candente que esta en su mano sin soltar este, dejar de sufrir quiere decir dejar de aferrar.

SER UNO MISMO






Un sabio maestro llamado Lin estaba acostado en su lecho de muerte, rodeado por sus discipulos. Lloraba desconsoladamente y nadie lograba confortarlo.
Uno de sus alumnos le pregunto: "Maestro, ¿por qué está llorando? ¡Si usted es casi tan inteligente como el patriarca Abraham y tan bondadoso como el mismo Buda!"
Al escuchar esto, el anciano Lin respondió: "Cuando parta de este mundo a comparecer ante el Tribunal Celestial nadie me cuestionará por qué no fui inteligente como Abraham o bondadoso como Buda. Por el contrario, la pregunta que me harán será: "Lin, ¿por qué no fuiste como Lin? ¿Por qué no ejerciste tu potencial? ¿Por qué no seguiste la trayectoria que era la tuya propia y personal?"

miércoles, 4 de febrero de 2015

DESEO Y RECHAZO




Había un general que estaba en su casa apreciando su colección de antigüedades, cuando de repente casi se le cae un precioso jarrón.
-¡Oh! ¡Qué susto!
Pensó: "Ya he dirigido millares de soldados, enfrentando diversas situaciones de vida o muerte y jamás me atemoricé. ¿Por qué será que hoy por causa de una vasija me asusté de esa manera?”.
Finalmente, él comprendió que el hecho de tener en su mente “deseo y rechazo” era la causa de su miedo. Entonces simplemente arrojó la valiosa vasija y la quebró.

Nota:
Apegarse a las cosas te desarrolla el temor a poder perderlas...

martes, 27 de enero de 2015

AMBICION

 
 
 
  Un día del tiempo pasado, en la antigua China, un ermitaño un poco mago recibió la visita de un amigo de juventud, llamado Siang-Ju. El santo monje vivía desde hacía muchos años en el corazón de la montaña profunda, por lo que recibió a su amigo con efusión y alegría. Le ofreció comida y refugio para la noche.
   Al día siguiente le dijo:
   — Siang-Ju, en recuerdo de los años de nuestra juventud, quiero hacerte un regalo.
   Y apuntando con el dedo a una gran piedra, la transformó en un bloque de oro puro. En lugar de alegrarse, su amigo conservaba un aire ceñudo. Ni siquiera le dio las gracias:
   —Monje Wei —le dijo—, he hecho un largo viaje para llegar hasta ti en el corazón de la montaña profunda. ¿Por qué iba a contentarme con un pequeño bloque de oro puro?
   El ermitaño, deseoso de complacer a su amigo de juventud, apuntó el dedo hacia un enorme peñasco y lo transformó en un bloque de oro puro.
   —Espero que estés satisfecho —dijo riendo— y que tu asno pueda transportarlo.
   Pero Siang-Ju no sonreía y conservaba su aspecto ceñudo.
   —¿Qué deseas, pues? —preguntó el monje.
   Entonces Siang-Ju, su amigo de juventud, sacó el gran cuchillo que llevaba en el cinto.
   —Lo que quiero —dijo— es el dedo.

sábado, 24 de enero de 2015

CAMINO

 
 
"Joshu preguntó al mestro Nanse, “¿Cuál es el verdadero Camino?”

Nansen respondió, “El camino de cada día es el verdadero Camino”.

Joshu preguntó, “¿Puedo estudiarlo?”.

Nansen respondió, “Cuanto más lo estudies, más te alejarás del Camino”.

Joshu pregunto, “Si no lo estudio, cómo puedo conocerlo?”.

Nansen respondi´, “El Camino no es de las cosas que se ven, ni de las cosas que no se ven. No es de las cosas conocidas, ni de las cosas desonocidas. No lo busques , ni lo estudies, ni lo nombres. Para alcanzarlo, ábrete con la amplitud del cielo”.

miércoles, 21 de enero de 2015

EXTRAVAGANCIAS

Meditar
Por un lado era un respetado maestro, capaz de hablar con un fenomenal cordura, claridad y precisión, llegando, como nadie, al mismo núcleo de las cosas.

Pero, de vez en cuando, ante la sorpresa de todos, se ponía a hacer desconcertantes extravagancias: reír sin motivo aparente, se quedaba herméticamente silencioso, se levantaba y dejaba plantados a los asistentes a du charla, se reía a carcajadas, se burlaba de alguno de los presentes, o aparecía medio desnudo y tantas otras extravagancias que despertaban la perplejidad y hasta la irritación de los más cercanos discípulos, porque ellos sí sabían bien que se trataba de un gran ser espiritual.
Les molestaba que algunos pudieran pensar que era un estúpido o un insensato. Por ello un día fueron a reunirse con el maestro y le expusieron su parecer.
El maestro sonrió sosegadamente y les dijo:
– Lleváis conmigo mucho tiempo, ¿no es así?
– Así es, querido maestro.
– Y no comprendeís nada, absolutamente nada.
– ¡Qué lástima!
– Sois como el estudiante que al tener una esfera entre sus manos sólo ve la mitad de la misma y le quedaba oculta la otra mitad. Igualmente vosotros sólo veis un lado de mi realidad.
– No lo entendemos – dijeron quejosos los discípulos.
– Me muestro como un insensato o un extravagante cuando quiero causar intencionadamente esa impresión en algunos para que me dejan en paz.
– Son gente insustancial y superficial y con este pequeño truco les espanto.
– Los que son más profundos, los buscadores, no se dejan desorientar por mis extravagancias, porque saben ver el fruto detrás de la cáscara.
Todos se sintieron avergonzados. Desde aquel día, empero, estuvieron encantados con las extravagancias del maestro, ya que mediante ellas apartaba a los falsos buscadores.

jueves, 15 de enero de 2015

EL ARTE DE LA CONCENTRACION


Después de ganar varios concursos de arquería, el joven y jactancioso campeón retó a un maestro Zen que era reconocido por su destreza como arquero . El joven demostró una notable técnica cuando le dió al ojo de un lejano toro en el primer intento, y luego partió esa flecha con el segundo tiro. "Ahí está", le dijo el viejo, "¡a ver si puedes igualar eso!".
Inmutable, el maestro no desenfundo su arco, pero invitó al joven arquero a que lo siguiera hacia la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió hacia lo alto de la montaña hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso tronco.
Parado con calma en el medio del inestable y ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco un lejano árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro limpio y directo. "Ahora es tu turno", dijo mientras se paraba graciosamente en tierra firme. Contemplando con terror el abismo aparentemente sin fondo, el joven no pudo obligarse a subir al tronco, y menos a hacer el tiro. "Tienes mucha habilidad con el arco", dijo el maestro, "pero tienes poca habilidad con la mente que te hace errar el tiro".

viernes, 9 de enero de 2015

EL BOTE




Un hombre estaba remando en su bote corriente arriba durante una mañana muy brumosa.
De repente vio que otro bote venía corriente abajo, sin intentar evitarle. Avanzaba directamente hacia él, que gritaba:
- Cuidado! Cuidado!
Pero el bote le dio de pleno y casi le hizo naufragar.
El hombre estaba muy enfadado y empezó a gritar a la otra persona para que se enterara de lo que pensaba de ella. Pero cuando observó el bote más de cerca, se dio cuenta que estaba vacío.

martes, 6 de enero de 2015

HISTORIA PERSONAL




El maestro Budista se acercó a su alumno y le dijo:

Mientras creías luchar una batalla yo observaba como creabas las condiciones para cada uno de tus triunfos y fracasos, pensabas que fueron sucesos al azar… los disfrutaste y los sufriste como tal.

Conocí tus fortalezas e inseguridades, tu dualidad, la que crees que se maneja incontrolablemente en tu ser.

Pero fuiste todo el tiempo tú quien pudo decidir entre abandonar e intentar…

Verás la vida es este extraño suceso de muchos actores sin libreto, de muchos dueños de emociones, algunos ignoran que pueden llegar a controlarlas pero aquellos que aprenden a hacerlo manejan los escenarios, cambian su historia a voluntad.

lunes, 5 de enero de 2015

LA MANCHA NEGRA



Mientras el maestro estaba dando clase a sus alumnos, salió una mancha negra de tinta en la hoja de papel blanca en que estaba escribiendo.
Preguntó a sus alumnos:
- ¿Qué veis?
Y todos a la vez respondieron:
- Una mancha negra
El maestro respondió:
- Todos os habéis fijado en la mancha negra.
- En cambio, nadie ha visto el resto de hoja blanca, que es mucho más extensa.

domingo, 4 de enero de 2015

EL JINETE


 El jinete, galopando a toda velocidad, pasa como el viento.
- ¿A dónde vas tan deprisa? –Pregunta el monje zen.
- No lo sé… ¡Pregúntaselo a mi caballo!
El hombre corriente no tiene gobierno de si mismo. Es el juguete de sus emociones.

sábado, 3 de enero de 2015

LOS PECES





Un día, Chuang Tzu y un amigo estaban caminando por la rivera de un río. “Mire a los peces nadando”, dijo Chuang Tzu, “realmente están disfrutando de sí mismos”.
“Usted no es un pez”, contestó el amigo, “así que no puede saber verdaderamente que están disfrutando de sí mismos”.
“Usted no es yo”, dijo Chuang Tzu, “¿así que cómo sabe usted que no sé que los peces están disfrutando de sí mismos?”

CAMBIO



A un discípulo que se lamentaba de sus limitaciones, le dijo el maestro; “naturalmente que eres limitado. Pero ¿no has caído en la cuenta de que hoy puedes hacer cosas que hace quince años te habrían sido imposibles? ¿Qué es lo que ha cambiado?”

“Han cambiado mis talentos”, respondió el monje.

“No, has cambiado tú”, dijo el maestro.

“¿Y no es lo mismo?”, dijo el discípulo.

“No, tú eres lo que tú piensas que eres, cuando cambia tu forma de pensar, cambias tú”.