Relax

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viernes, 14 de febrero de 2014

EL ROBLE





Había una vez, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. 

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol de roble profundamente triste. El pobre tenía un problema: No sabía quién era.

- “Lo que te falta es concentración", le decía el manzano.
"Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. - ¿Ves qué fácil es?”

- “No lo escuches", exigía el rosal,
"es más sencillo tener rosas y - ¿ves qué bellas son?”

Y el árbol desesperado intentaba todo lo que le sugerían y, como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín un búho, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

- “No te preocupes, tu problema no es tan grave. Es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: no dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... sé tú mismo, conócete y, para lograrlo, escucha tu voz interior.”

Y, dicho esto, el búho desapareció.

¿Mi voz interior...? - ¿Ser yo mismo...? - ¿Conocerme...?, Se preguntaba el árbol desesperado, cuando, de pronto, comprendió.

Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

- “Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble y tu destino es crecer grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Tienes una misión: cúmplela.”

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz. 

miércoles, 12 de febrero de 2014

EL MOMENTO PRESENTE




Un hombre decidió pasar algunas semanas en un monasterio de Nepal. Cierta tarde entró en uno de los numerosos templos de la región y encontró a un monje sentado en el altar, sonriendo. Le preguntó por qué sonreía.

- "Porque entiendo el significado de los plátanos", fue su respuesta.

Dicho esto, abrió la bolsa que llevaba, extrayendo de ella un plátano podrido.

- "Esta es la vida que pasó y no fue aprovechada en el momento adecuado; ahora es demasiado tarde."

Seguidamente, sacó de la bolsa un plátano aún verde, lo mostró y volvió a guardarlo.

- "Esta es la vida que aún no sucedió, es necesario esperar el momento adecuado."

Finalmente tomó un plátano maduro, lo peló y lo compartió con él.

"Esta es la vida en el momento presente. Aliméntate con ella y vívela sin miedos y sin culpas."